Área de camping-car de Mons

Mons es una ciudad importante de Bélgica con casi 100.000 habitantes. Se encuentra a unos veinte kilómetros de la frontera francesa. Ubicada en la provincia de Hainaut, de la que es la capital, se encuentra en la "Ruta ciclista de la UNESCO". Capital Europea de la Cultura en 2015 y Capital Cultural de Valonia desde 2002, Mons es sin duda una ciudad orientada al arte. Esto se refleja en su importante patrimonio arquitectónico. Déjate llevar por sus encantadoras callejuelas hasta llegar a una terraza de café en la Grand Place. Enteramente adoquinada y adornada con elegantes fachadas, es una de las plazas más bellas y dinámicas de Bélgica. Adherido a la fachada del ayuntamiento, el Singe du Grand'Garde es hoy en día el amuleto de la suerte de Mons. Según la leyenda creada por Heupgen, da buena suerte si le acaricias la cabeza con la mano izquierda. Un simple paseo por el centro histórico ya te permite admirar la belleza de sus edificios y monumentos. Para profundizar en tu descubrimiento, visita el único campanario barroco de toda Bélgica. Construido en el punto más alto de la ciudad, en el parque del antiguo castillo, aporta un toque histórico a su entorno verde. Entra en el campanario para descubrir el centro de interpretación del patrimonio, antes de subir a la cima y disfrutar de una vista panorámica excepcional. En el centro de Mons o en su periferia, varios parques, plazas y jardines te garantizan un momento de relajación en familia. Cuentan con zonas de juegos infantiles, recorridos de aventura, monumentos e incluso campos deportivos. A 6 km de la ciudad, el sitio arqueológico de Spiennes es uno de los más antiguos y extensos de Europa. Su centro de interpretación, SILEX'S, ofrece varias actividades: paseos a pie o en bicicleta por la zona Natura 2000, visita al recorrido museístico, visitas lúdicas para los más pequeños, encuentros con profesionales e incluso un descenso a las minas neolíticas. Museos, monumentos, parques… necesitarás varios días para descubrir todos los secretos que guarda Mons, ciudad que acogió a Van Gogh algunos años antes de su fama mundial. Su modesta casa también se puede visitar en el sur de la ciudad.