Área de camping-car de Gâvres

Descubra la ciudad de Gâvres, una pequeña península en el corazón de Morbilhan, a menos de 30 km de la ciudad de Lorient. La historia de esta ciudad se remonta a la época megalítica, aproveche para explorar las diversas facetas de esta joya que está esperando su visita. La gran playa se extiende en el sur, donde podrá disfrutar de las refrescantes aguas del océano Atlántico, de su playa de arena fina o de sus senderos junto al mar, lejos del bullicio de los centros turísticos. Sus aguas cristalinas son un deleite para grandes y pequeños. Para los más aventureros, es un lugar perfecto para practicar el kitesurf debido a la ausencia de rocas bajo el agua y al amplio espacio disponible. En cambio, el otro lado de la costa es más apreciado por los pescadores a pie. A este lugar, lo llaman «la petite mer» (el pequeño mar) y es famoso por sus ostras, berberechos, mejillones, almejas y gambas, que se pueden degustar en abundancia (aunque se debe estar al tanto de las regulaciones, que pueden cambiar año tras año). De hecho, ¿sabía que el nombre de la ciudad proviene de estos pequeños moluscos naranjas o grises, según la tradición bretona? Explore las callejuelas típicas de los pueblos costeros bretones. El puerto, que a mediados del siglo XX era famoso por sus sardinas, también ofrece una magnífica panorámica de toda la bahía. Podrá contemplar el océano Atlántico a un lado y la ciudad de Port-Louis y sus murallas al otro. Desde el puerto de Gâvres puede tomar un barco para explorar Port-Louis, una ciudad portuaria llena de sorpresas. Galardonada con los distintivos de «Cité Maritime» (Ciudad marítima), «Ville Historique» (Ciudad histórica) y «Petite cité de caractère» (Pequeña ciudad de carácter), ofrece encantadoras callejuelas para pasear y el Musée de la Compagnie des Indes (Museo de la Compañía de las Indias), que narra su glorioso pasado comercial. Además, el puerto tiene relevancia histórica, ya que desde Port-Louis zarparon los primeros trasatlánticos hacia Nueva York a finales del siglo XVIII.